17.11.16

Tiranosaurio horror story


Back to the future” o “y volver, volver, volver…” puede ser una buena entradilla para esta ya casi olvidada sección del blog. Una vez de vuelta (de todo o… de nada) hemos seleccionado una investigación que nos aporta algo más de información sobre la relación entre los dinosaurios y un grupo de formas de pequeño tamaño, pero de enorme diversidad como son los insectos. Del mismo modo que ocurre en la actualidad esta relación es muy estrecha. ¿Quién no se ha fijado alguna vez al pasear por algún jardín en un grupo de mirlos o urracas picoteando entre las hierbas y engullendo larvas de algún insecto?,¿o se ha encontrado en alguna caminata el cuerpo sin vida de un pajarillo colonizado por pequeñas larvas, moscas o escarabajos? Sí ya sé que estos ejemplos de relación no son muy saludables para ninguno de los dos grupos dependiendo del papel que te haya tocado interpretar, pero es un papel muy necesario en la naturaleza para el bien de los ecosistemas, y esto ocurre ahora y muy probablemente en el Cretácico. Este último tipo de relación entre un cadáver y un grupo de insectos necrófagos es lo que tuvo lugar en alguna parte de los ecosistemas cretácicos de la actual región china de Xinjiang cuando parte del cuerpo sin vida de un tiranosaurio quedó expuesto cerca de la orilla de una zona lagunar. En un trabajo publicado en la revista científica Cretaceous Research se documenta la presencia de cámaras de pupación en un hueso de la cadera de un ejemplar de dinosaurio tiranosaurino, que fueron realizadas por un grupo de insectos que como forma de vida se alimentaban de cadáveres.

Para el tiranosaurio sí que fue una historia terrorífica, pero para varios insectos fue la única oportunidad de conocerlos en vida.

El resumen del trabajo es el siguiente:
A large theropod ilium was recently collected from the Upper Cretaceous Honglishan Formation in the Sangequan area of the northern Junggar Basin, Xinjiang, China, which represents the first officially reported dinosaur fossil from this formation. Several morphological features, including robust supracetabular ridge, reduced supracetabular crest, concave anterior margin of the pubic peduncle, ventral flange on the pubic peduncle, converging dorsal surface of the iliac blades, laterally visible cuppedicus shelf, and ventral flange on the posterior surface of pubic peduncle, suggest that this specimen can be referred to Tyrannosaurinae, and furthermore, a few differences between this specimen and other tyrannosaurines in particular the contemporary Asian tyrannosaurine Tarbosaurus suggest that IVPP V22757 may represent a new tyrannosaurine species. However, in the absence of extensive data that would make it possible to properly evaluate these differences, we refrain from naming a new taxon based on this specimen. Some insect borings are also identified in this specimen, and are referable to the ichnogenus Cubiculum, which is interpreted as the insect pupichnia. This new fossil documents the presence of a gigantic theropod in the Upper Cretaceous of Junggar Basin, adding new information on its poorly studied ecosystems.

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Más información:
  • Referencia: Feng Li, Shundong Bi, Michael Pittman, Stephen L. Brusatte & Xing Xu (2016): A new tyrannosaurine specimen (Theropoda: Tyrannosauroidea) with insect borings from the Upper Cretaceous Honglishan Formation of Northwestern China. Cretaceous Research 66: 155-162. DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.cretres.2016.06.002.
  • Imagen tomada de aquí (Autor: MALvit).

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